Tener una relación de pareja sana donde ambos integrantes se acompañen en sus propios procesos de evolución y crecimiento; es posible.
Aquí te comparto algunas características:
Energía
Cada uno de los miembros tiene su energía masculina y femenina balanceada.
El andar
Caminan el uno junto al otro, ni delante ni detrás.
Comunicación y expresión
Expresan sus deseos, opiniones y sentimientos y el otro les escucha y respeta, aún cuando no esté de acuerdo. Aprecian todas las cualidades del otro.
Equilibrio en el dar y recibir
Ambos dan y reciben en la misma medida, pues saben que si uno de los dos da o toma de más, se creará un desequilibrio que al final, les afectará.
Sexualidad
Tienen una sexualidad sana, consensuada y amorosa.
Valores
Respeto, confianza, expresividad y comunicación son sus pilares.
Familia y origen
Honran su familia de origen y ocupan el lugar que les corresponde dentro de ellas.
Jerarquía
Reconocen la prioridad de la pareja antes que otras personas.
Respeto por el pasado
Si alguno de los dos ya tuvo una pareja, respetan ese vínculo pues saben que gracias a esa relación, la de ellos es posible.
Propósito de vida
Cada uno apuesta por sus sueños y en lo posible, acompaña y apoya al otro en los suyos.
¡Descubre aquí cómo sanar tus heridas con las relaciones de pareja!
Confianza
Creen en su relación y dan cada día lo mejor de sí.
El primer amor
Su pilar es el amor propio. Por eso, cada uno tiene momentos de diversión y crecimiento personal.
Hijos
Si tienen hijos, reconocen la importancia de establecer límites sanos y de crear una disciplina amorosa.
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