Poco importa cuántos libros leídos se suman en tu cerebro y memoria, ni cuántos cursos, workshops, talleres, seminarios, congresos, etc agregas a tu camino de descubrimiento interior…
Mucho menos los años de terapia, las sesiones de reiki, sanación, contacto con seres de luz, las cartas angelicales, los años realizando diarios de diálogos con tu corazón…
Poco importa, realmente poco, quién dices ser, el grado de Ego que consideras tener, la capacidad que tienes de estirar tu cuerpo en yoga o la cantidad de minutos que puedes pasar meditando, haciendo mindfulness y vaciándote…
Poco importa la verdad, pues la espiritualidad es una PRACTICA activa. La espiritualidad es de todos los días, con los retos y alegrías, con los miedos y las certezas…está ahí y hace parte de ti. Recuerda esa esencia en todo momento, sobre todo, cuando sientas tu espiritualidad temblar. Porque en momentos de incertidumbre solo queda una verdad: la incertidumbre se compone de certeza. Como es arriba es abajo. Nada se pierde, todo se transforma. Todo está en continuo movimiento.
Vive tu espiritualidad, vive tu #espiritualidadactiva y compártela con el mundo: así todos crecemos, unidos en un sólo sentir.