Mi niña interior es una pequeñita que adora la música, cantar, bailar y hacerme saber cuando algo no le agrada.
En la entrada anterior te hablaba sobre la importancia del niño interior y cómo guarda la sabiduría innata de nuestro ser. Si aún no lo has leído, puedes leerlo aquí.
Hoy quisiera contarte mi experiencia y explicarte qué me ha funcionado para escuchar los anhelos de mi niña anterior.
Los inicios
Algún día entre septiembre y octubre de 2012 realicé una meditación para conectar con mi niña interior. Hacerla fue contundente: recibí varios mensajes que me dejaron sorprendida y con la certeza de haber vivido algo único.
Después de eso, cada noche le hablaba a mi niña interior pidiéndole que me guiara.
Con el paso del tiempo, me sentía segura haciendo preguntas tan sencillas como “¿qué quieres comer?” o “¿qué quieres hacer?”.
Pues comprendí que ahí dentro existía una conexión única con la sabiduría de mi ser, así que podía dejarme guiar incluso para cosas de mi diario vivir.
Escuchar fue una de las herramientas que mas fortalecí en los meses siguientes a esa meditación.
Pasar a la acción era mi decisión, pero al menos ya era consciente y eso lo cambiaba todo.
Aprendí muchas cosas, como por ejemplo que entre las ocupaciones cotidianas, el vínculo tiende a disminuir.
Es como la conexión a internet que, algunas veces, es débil.
En mi caso, comprendí que cuando “estaba” alejada o muy concentrada en el “hacer” más que en el “ser” (muy de la energía masculina), sucedían cosas que me abrían los ojos. Algunas me mostraban las decisiones que había tomado y las consecuencias que vivía.
En todo caso, iba hacia ella o ella venía de alguna forma hacia mí: ambas opciones son válidas y posibles.
¿Qué hacer para mantener el vínculo con la niña interior o fortalecerlo?
La relación con el niño interior es como cualquier otra: das y recibes, eso implica que estés en disposición de compartir, en presencia y participando activamente.
Es una relación que se construye diariamente y para eso, te he preparado un audio con 10 actividades que puedes realizar para darle atención a tu niño interior, fortalecer el vínculo o, en caso de que nunca hayas trabajado éste tema, iniciar en presencia.
El primer punto que te presento es: conocerte es la base de todo.