El enemigo no se viste de justiciero ni se llena de armas físicas para atacar. Está dentro de la propia familia y esta, ni se lo imagina. Un día, sin pensarlo, el enemigo se siente extraño y ejerce un poder que los demás olvidaron: toma una decisión.
El enemigo es íntimo
En la intimidad de las familias se comparte información, emociones, historias del pasado y del presente. El sistema familiar une a las personas a través de vínculos, así como de repeticiones, lealtades y en muchos casos, de un profundo amor ciego. Estos se manifiestan de forma inconsciente y hay quienes le llaman destino, sin embargo, ¿hasta qué punto las vivencias del presente están conectadas con el pasado familiar? ¿no será que las repeticiones son más evidentes de lo que se imagina?
En Constelaciones Familiares se habla de la buena conciencia como aquella donde lo familiar y lo conocido tienen un gran valor, al punto que los integrantes de la familia lo verán como una única opción. En otras palabras, la buena conciencia es seguir por la misma senda que el sistema familiar muestra. Incluso si eso implica infelicidad o dolor. Estar en la buena conciencia es, entonces, ser leal al sistema. Esto se vive de manera inconsciente y es más común de lo que piensas. La ganancia para los quienes viven en buena conciencia es que pertenecen, es decir, el inconsciente familiar los considera como buenos al dar continuidad a las directrices que les rigen.
Sin embargo, existe un precio a pagar. ¿Qué ocurre si dentro del sistema se avala el sufrimiento como única forma de vida? ¿y si la pobreza es “bien vista”, como algo honorable o de fuerte cualidad humana? ¿o si tener malas relaciones de pareja o condenarse al divorcio es la regla para hacer parte de la familia?
El velo que lo envuelve
Cuanto más feliz es el enemigo, más le despreciarán.
Ahora observa en tu familia:
- ¿A quién se ha criticado?, ¿por qué?
- ¿Cuáles son esas personas que pareciera que “no merecen” ser nombradas o parte de la familia?
- ¿Quién o quiénes se han atrevido a ser felices? ¿fueron amados y aceptados por ello?
- ¿Existe en tu familia alguna historia donde hay prosperidad y, al mismo tiempo, enfermedad? ¿o amor de pareja sin éxito profesional? Es decir, verifica si en tu familia está el mandato de “no puedes tenerlo todo al mismo tiempo”.
Es importante reconocer tus raíces para descubrir los posibles mandatos que te rigen. Seré honesta contigo: no siempre es fácil. Suele ocurrir que estás tan implicada con tu sistema familiar, que cuesta “ver más allá” de lo que parece tan evidente. De ahí la importancia del autoconocimiento y los procesos de transformación personal, pues te ayudan a liberarte de cargas que no te pertenecen mientras expandes tu autoconsciencia.
En resumen: ser feliz (inserta cualquier cualidad que se te ocurra), es una infidelidad al sistema familiar. Y esto opera de forma inconsciente.
¿Quién es el enemigo?
El enemigo es toda aquella persona que vaya en contra vía, que elija hacerlo diferente, que se transforme, que escoja algo fuera del mandato familiar.
En algunas ocasiones, son excluidos y apartados emocionalmente: donde no se les hace parte de la familia, sus informaciones y demás.
Me gustaría invitarte a reflexionar si alguna vez fuiste apartada o menospreciada por decidir por y para ti, incluso si eso iba en contra de las directrices familiares…y, por supuesto, si has sido la persona que se ha alejado de alguien porque no estás de acuerdo con sus decisiones.
Si te preguntas, “¿qué hacer?, ¿cómo llevarlo?”, quiero recordarte que puedes estar en desacuerdo con las demás personas: ni ellos ni tú tienen por qué estar de acuerdo en todo. En ese orden de ideas: considerar que es importante estar de acuerdo en todo con todos, se convierte en una creencia irracional que, al final, terminará limitándote.
¿Y si transformas la palabra enemigo, por amigo con otra forma de ver y vivir la vida?