Las creencias son generalizaciones sobre algo, especialemente un tema o concepto.
En este artículo y episodio del podcast, te presento qué son y cómo puedes transformarlas.
Dime en qué crees, sabrás quién eres
Paola Usma
¿Qué son las creencias?
Las creencias son una generalización sobre algo.
Imagina que es una idea que se considera absoluta. Tu cerebro la considera así y se integra en tus funciones neurológicas; es por esta razón que las creencias generan manifestaciones fisiológicas: físicas y emocionales. Esto quiere decir que las sientes.
Piensa en una persona que cree que hablar en público es terrible y espantoso: ¿qué sentiría en su cuerpo cada vez que repite la creencia? ¿cuál sería la emoción que surge con ella? Es probable que sienta miedo y que este se refleje en sudoración de las manos, en temblores o en una sensación de vacío en la boca del estómago.
Y ¿qué hay de tus creencias? Piensa en una de esas creencias que te cuesta transformar. ¿Cómo y dónde las sientes? ¿qué producen en ti?
Datos curiosos sobre las creencias
- Las creencias son poderosas: te limitan o potencian
- Cuando afloran, es como si tomaran el control de tus respuestas físicas y emocionales: esa es la razón por la cual sientes malestar…
- Son como un código secreto que no logras descifrar…y esto especialmente porqeu tienen dos características: suelen estar en tu mundo interno e inconsciente y, además, son rápidas, muy rápidas…tanto, que logran pasar desapercibidas por tu conciencia.
- Suelen ahondar en ti y centrarse en tu vida
- Llegan a convertirse, en muchos casos, en una profecía autocumplida.
- Imagina nuevamente a esa persona que tiene miedo de hablar en público. Si además de su creencia, la refuerza constantemente, se enfoca en su sentir emocional y físico y no la trabaja…estará fomentando en su mundo consciente para que ella se manifieste. Así, la persona creerá que es un destino y, al final, es posible que compruebe que sus creencias le invitaban a transformarlas
Transforma tus creencias
La mejor forma de conocer tus creencias es explorarlas. Para esto, la autoobservación, el autoconocimiento, la reflexión y la toma de consciencia van a apoyarte.
Concretamente, puedes escribir en una hoja de papel tus creencias respecto de un tema. Ejemplo: ¿qué opinas sobre el dinero? ¿las relaciones de pareja? Y dejas fluir todas las frases que te lleguen.
También funciona que te preguntes si esa creencia es tuya o la has escuchado a alguien más. Esto por el poder de la información que viaja de generación en generación en el árbol genealógico. Si descubres que has “comprado” o asumido como verdad absoluta una creencia familiar, puedes ejercer tu poder de decisión y elegir si continuar con ella o no. Para esto necesitarás grandes dosis de amor propio y de acciones concretas y conscientes que te acerquen a donde quieres llegar o al estado que quieres vivir.