Ejercicio para soltar las cargas de mamá

Este ejercicio para soltar las cargas de mamá es ideal para fortalecerte y vivir tu vida desde tu esencia y términos.

Para hablar de relaciones de pareja, energía femenina o amor propio; indiscutiblemente volvemos a mamá. Por eso he creado este ejercicio.

El vínculo y la relación que, además de la que tienes contigo misma, edifica y fundamenta varias áreas de tu vida.

Desde las Constelaciones Familiares vemos cómo la salud, la autoestima, la abundancia, el éxito y la pareja se ven influenciadas por la vinculación con ella. Sin embargo, es importante que sepas que vínculo no es lo mismo que relación. La vinculación surge desde incluso antes de nacer. Por su parte, la relación es una construcción entre dos y se nutre de aquello que es valioso para ambas personas.

No es un tema fácil para todas las personas y es primordial comprenderlo con el corazón abierto y mucha empatía hacia ti misma.


Mi invitación:

Si observas a mamá ahora, desde tu momento presente:

  • ¿la ves?
  • ¿cómo la observas?
  • ¿qué se mueve en ti? ¿qué surge?
  • ¿qué emoción se activa?

Es probable que no tengas todas las respuestas o que alguna te sorprenda. Siente en tu interior y date el permiso de crear ese espacio de contención.


Ejercicio para soltar las cargas de mamá

Repite este manifiesto en voz alta y en un lugar calmado, íntimo y seguro para ti.

Sería interesante que cuides tu postura al hacerlo: de pie, con la espalda derecha y sintiendo cada una de las palabras.

Mamá, hoy me abro a verte tal y como eres.
A ver más allá de ti, de tu humanidad.

Hoy, mamá, me abro a ver más allá de las etiquetas que algún día te puse, de las expectativas y de las ilusiones de la niña que fui.
Y me encuentro con la mujer llena de sueños, de metas, de vida…

Al hacerlo, de alguna forma, también me veo. También logro ver más allá de mis luces y de mis sombras.

En la infinitud de la Vida, hoy me veo como tu hija, la pequeña.
Te veo mamá. Y con ello, reconozco que consciente o inconscientemente tomé tus cargas.

Por eso hoy, en un acto de profundo amor propio, me recuerdo que no me corresponde encargarme de tus asuntos.
Me libero de hacerlo y con esto, voy plena y confiadamente hacia mi vida, bajo mis términos.
Ahora mismo, me hago cargo de mi, de mis deseos, de mis sueños, de mis anhelos y emociones. Ahora mismo me doy todo lo que requiero.
Te pido me bendigas, mamá, incluso si decido hacerlo un poco diferente a ti.

Gracias mamá por todo.

Si lo requieres, abrázate, sé el sostén que ahora necesitas.

Déjame saber qué te pareció este ejercicio.


¿Deseas transformar tu relación con mamá? ¡Te ayudo!

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