Tu nombre cuenta una historia e influye en ti.
Es probable que estés tan acostumbrada a él que no reconozcas su poder.
Pero si te dijera que contiene una gran fuerza y que ésta influye en tu vida…¿opinarías igual?
Por eso, hoy quiero invitarte a ponerte el traje de exploradora para buscar información sobre tu nombre y conocerte mucho más.
¿Qué sabes de tu nombre?
Aquí te dejo algunas ideas para que comprendas por qué sería interesante conocer su historia:
- ¿Cómo surgió?¿Qué lo inspiró? Para los casos de personajes de la historia: ¿Cómo fue la vida de ese personaje a quien en su honor, escogieron tu nombre? ¿cuál era el interés de llamarte como una reina o princesa? ¿de casualidad buscaban un reconocimiento especial para ti? ¿qué reconoces en ti de aquello que se sabe sobre su personalidad? ¿qué tanto tienes de esas características?
- ¿Quién lo escogió? La persona que escoge tu nombre tiene una influencia en ti. En caso de que haya sido escogido por alguien más que los padres, esto revela que la persona tiene una importancia relevante y privilegiada, así como influencia o una especie de “autoridad”, desde el momento en que los padres tomaron su sugerencia.
- ¿Qué significa? Realiza una búsqueda y recopila las palabras claves de tu nombre. Verifica en tu interior cómo resuena esa información y su relación contigo. Incluso, puedes ir más allá y decidir tu propia definición con las características que encuentres.
- ¿A qué está ligado? En caso de que sean personajes históricos o santas, infórmate sobre su vida y encuentra similitudes entre su historia y la tuya. Ejemplo: la mayoría de los santos tuvieron vidas de mártires, ¿qué significa para ti el sufrimiento y cómo te relacionas con él? Verifica si hay una raíz que te de indicios de algo más grande, como el nombre Francia o Francisca; que tienen como raíz al país galo.
- ¿Llevas el nombre de alguien más de tu sistema? Algunos padres, por tradición, nombran a sus hijos con su mismo nombre. Inconscientemente, dan más que eso: generalmente, hay un interés en que la hija realice los sueños pendientes de sus padres, de hacerlo como ese progenitor o de “continuar” el camino. Si es tu caso, honra el nombre que llevas, da lo mejor de ti y permítete, internamente, hacerlo diferente, vivir tu vida e ir hacia tus objetivos.
- Después de obtener esta información, ¿qué descubres de ti? ¿cuáles cualidades y defectos son más evidentes?
“Ya conozco la historia y ahora, ¿qué?”
- Honrarlo dando lo mejor de ti, procurando hacer tus sueños realidad, descubriendo tus dones y entregarlos a algo más grande a través de tu trabajo, tus proyectos o lo que compartes.
- Llevar esa historia con honor. Reconoce cuánto tienes de la historia o significado de tu nombre, tanto los defectos como las cualidades. Todas esas luces y sombras son tu trampolín para la realización.
- Reconocer tu esencia en ese nombre. Verte en el espejo que es tu nombre y en caso de que la descripción parezca una limitante, toma consciencia y sobrepásala.
- Incluir en tu corazón a aquella persona o arquetipo que inspiró tu nombre. ¿Tu nombre se asocia a la violencia, al abuso o al despojo? Descubre de qué maneras haces eso contigo misma y toma las riendas de tu amor: ¡ámate más!
- Poner las cualidades de tu nombre al servicio de la Vida.
¿Quieres explorar la herencia que tu familia te ha dejado?
Te comparto la historia de mi nombre: Paola Andrea
Durante el año de mi nacimiento, mi nombre estaba de moda en Colombia.
Una de las definiciones que más me causa gracia es la de Paola, pues literalmente quiere decir “la pequeña”, y yo ¡soy de estatura pequeña!. Un día comprendí que algo en mí se creía esa historia y se mostraba como tal: pequeña, evitando brillar, limitándome.
Paola significa pequeña y Andrea significa fuerte y valiente…aquí estoy sobreponiéndome a la que para mi antigua versión era una limitante: ser pequeña. Hoy, me permito ser: la pequeña valiente.
Y tú, ¿te animas a llevar con honor tu nombre?