Redactar tu propio manifiesto es una forma de clarificar tus ideas sobre lo que quieres, cuáles son tus valores, ideales y la guía que tiene tu vida. Más que delimitar específicamente hacia dónde vas, es sembrar las bases que te rigen.
Para escribir el manifiesto de una mujer consciente: ¿quién es ella?
Una mujer consciente es quien quiere tener un crecimiento personal y que, por supuesto, es consciente de quién es, qué ama, cuáles son sus valores, luces y sombras. Su característica principal es que es profunda y rotundamente honesta consigo misma, pues sabe reconocer su propia verdad. Es aquella que admite su potencial y la importancia de invertir en sí misma para vivir la vida de bienestar que desea.
Sabe asumir su responsabilidad, reconocer sus defectos y sentir sus emociones. Fluye con su cuerpo, aprende constantemente, cree en el poder del aquí y el ahora, anclado en la tierra; sin olvidar su espíritu, la fuente de su sabiduría.
El manifiesto
Te comparto el siguiente manifiesto de la mujer consciente y te invito a que realices el tuyo. Un poco más abajo te explicaré cómo hacerlo.
- Soy un individuo consciente de sus fortalezas y debilidades. Estoy en constante evolución.
- Descubro en mi cuerpo un hogar, un templo, un mensajero y un aliado.
- Conozco mis valores, mis negociables y no negociables.
- Observo mis raíces, mis orígenes e historia familiar para decidir si transformar en mí aquello que me llega o si asumir mis decisiones a corto, mediano y largo plazo; así como a futuras generaciones. En mi sistema familiar encuentro bases y me muevo hacia la reconciliación interna con mi propia herencia.
- Sé que ayudarme a mí misma es primordial, especialmente si quiero ofrecer mi ayuda a otras personas. Por eso, pido fácilmente ayuda cuando lo necesito y en cualquier área de mi vida. También reconozco que quien me ayuda solamente me acompaña: yo paso a la acción, me responsabilizo y elijo.
- Confío en mi poder personal. Por eso, soy consciente de cuándo estoy poniendo en un pedestal a cualquier ser humano como yo. Presto atención a cada instante en que considere que alguien o algo, fuera de mí, contiene las respuestas y la guía de mi vida.
- Me otorgo el permiso de vivir la vida que quiero, incluso si eso incomoda a alguien más. Lo hago desde el amor propio y respeto por cada ser humano que me rodea. Si fallo, soy capaz y consciente de reconocer mis errores.
- Asumo la responsabilidad de la adulta que soy. Encuentro fuerza en los objetivos que me trazo y acciono en coherencia. Así, evito proyectar causas en lo externo, sea una persona o circunstancia. Lo que me lleva a ser consciente del triángulo de víctima, perpetradora y salvadora; para asentarme en la adulta que soy.
- Me concedo el permiso de ser yo misma, dejando brillar mi luz y abrazando mis sombras.
¿Te animas a crear tu propio manifiesto?
Para crear tu propio manifiesto necesitas ser profundamente honesta contigo. La idea es que plasmes en frases afirmativas o párrafos, los ideales, valores, la esencia y la guía que rige tu vida. Recuerda que tu manifiesto es tuyo, por eso tendrá la longitud y contenido que es importante para ti. Así mismo, no necesita ser único, puedes adaptarlo a las etapas de tu vida y transformarlo cuantas veces desees.
En resumen, tu manifiesto te invita a que libremente elijas los cimientos que te dan fuerza y a través de los cuales te guías.