Hay aprendizajes y experiencias que nos marcan. A mí, llegar hace 10 años a Francia me transformó.
He pensado en aquella jovencita que empacó su vida en dos maletas y atravesó el océano para llegar a un nuevo lugar, sola y sin conocer a nadie. ¡Qué arriesgada fui! Me gustaría compartirte algunos aprendizajes que, seas inmigrante o no, pueden ayudarte.
En tu interior habitan fuerza y coraje que esperan a ser utilizadas. Confía, allí estarán por siempre.
Sostén tus metas en tu visión y actúa en coherencia. Así mismo, observa si vives en modo automático, pues terminarás drenada y en una vida sin sentido.
Descúbrete, descubre y explora, que en una de esas abres tu corazón y la vida y el amor te sorprenden.
Haz lo que requieres hacer y cultiva tu interior -siempre-.
Conócete y usa todas tus características a tu favor. Eso sí, no te acostumbres pues estas pueden cambiar. Y eso también está bien.
Conocerás muchas personas. Algunas se irán de tu camino. Quédate con los detalles luminosos de tus espejos.
Existe un plan superior que te une a las Verdades de tu Alma, estas buscarán la forma de hacerse escuchar. Evita ignorarlas pues solo desean tu realización.
Confía en las revueltas, la confusión y el caos; poseen la llave secreta del próximo nivel.
Festeja tu vida, eres un milagro que reagrupa variables precisas que coinciden para ti.
Da en equilibrio. Presta atención a tus deseos de ayudar de más, pues el precio que pagarás será muy alto.
En el momento perfecto, la vida concede los deseos más profundos de tu corazón. Honra las nuevas etapas, son bendiciones.
Quédate donde se alegren por tus alegrías. Los salvadores tienen tanto deseo de brillar, que solo estarán cuando estés mal.
Lo que vean en ti es un reflejo de sus demonios ignorados.
La Vida sigue y seguirá cumpliendo su orden. Confía en que todo te acerca a tus deseos.
