Un ejercicio de conexión corporal

Este ejercicio te ayudará a reflexionar sobre la conexión que tienes con tu cuerpo.

¿Sabías que tu cuerpo es el equivalente al hogar que habitas en la realidad física?

Sí, el cuerpo ha sido endiosado, odiado, criticado, pulido…pero, ¿bajo cuáles parámetros? Está constantemente recibiendo la mirada crítica de quien lo habita y de la sociedad en que vivimos. Para la muestra, observa cómo han evolucionado las prácticas, tendencias, hábitos y costumbres frente a él: actualmente, existe un vaivén entre cuidarlo en demasía y dejarlo a su suerte.

El vínculo y la relación que tienes con tu cuerpo te lleva a los primeros meses en que estuviste en el vientre de tu madre y a los primeros años de vida en que aprendiste sobre su cuidado y contención.

¿Alguna vez juzgaste tu cuerpo?

¿Desde qué lugar te ocupas de él? Puede ser porque lo requieras, desees hacerlo, te incomodaría ser juzgada o porque lo aprendiste. Esta y otras opciones son válidas.

¿Has pensado en cambiarlo? ¿te has comparado físicamente con otra persona? ¿editas tus fotografías?

El contacto corporal que lograrás con este ejercicio

¿Cada cuánto te preguntas -o le preguntas a tu cuerpo- lo que requieres? ¿o cómo apoyarlo? Incluso, si desea mostrarte algo.

Realiza este ejercicio en un lugar donde no seas interrumpida, llevando la atención a tu respiración. Inhala profundamente y lee cada frase. Puedes iniciar con ciclos de respiración 6-3-6-3, es decir, inhalas contando hasta 6, retienes contando hasta 3, exhalas hasta 3 y retienes nuevamente, 3 segundos. Reinicia el ciclo, donde logres una sensación de calma.

Si deseas música, te comparto un par de playlists que he creado y que podrán apoyarte:

Querido cuerpo:
Tantos años, historias y experiencias.
Hoy deseo tomar un momento y reconocerte.
Recordarte que haces un trabajo excepcional por mí y que mi existencia en ti es un regalo.
Hoy te veo. Eres completo, funcional, inteligente, poderoso, resiliente, adaptable, único y sabio.

Siento …(momento especial para decir lo siento, hazlo sólo si te nace)
Ejemplo: siento haberte criticado tantas veces.

Ahora me doy cuenta de tu amor, perfección y paciencia.

Ahora te veo, te siento y me entrego a la experiencia de la vida en ti.

Fluyo con tu ritmo, suelto críticas y te libero de expectativas que haya creado.

Ahora soy en ti.

Gracias por lo que has hecho por mí estos años.

(Aprovecha si deseas agradecer a una parte específica de tu cuerpo).

Inhala profundamente por la nariz y suelta el aire por tu boca.

Si te gustó, cuéntamelo en los comentarios.

Si deseas transformar tu relación con tu cuerpo, déjame ayudarte

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