¿Te has visto creyendo que compites con otras mujeres?
¿Has escuchado que las mujeres somos las más duras con nosotras mismas? ¿Y entre nosotras?
Existe una leyenda urbana, mito y seguramente para algunas, una realidad; donde las mujeres se consideran enemigas.
Pero, ¿de dónde viene esta rivalidad? Creo que para ninguna de nosotras es un secreto que en algún momento hemos sentido que estábamos contra otras mujeres y viceversa. Por eso, hoy quiero presentarte algunas razones que han podido motivar esa sensación y cómo trabajarlas…cómo trabajarlas en ti.
Cuando te sientes equilibrada: no compites
La energía femenina equilibrada, no compite. Todo lo contrario: ayuda, abunda, crea, une. Vamos a las raíces: ¿cómo está tu energía femenina? ¿cómo te relacionas con ella? ¿Te consideras tu mayor crítica? ¿sientes que eres la más exigente, fuerte, crítica, dura y antipática contigo misma? ¿Sabes cómo llegaste hasta aquí? El trabajo con la energía femenina impacta en todos los niveles: emocional, físico, salud, creencias, acciones y, por supuesto, las relaciones. Empezando por la que tienes contigo misma. Transformar y equilibrar tu relación con tu energía femenina te traerá grandes beneficios en las áreas que acabo de mencionar y al final, tu te sentirás mucho mejor en tu piel. Porque, por si no lo habías notado, es eso lo que sucede hasta que decides reconciliarte con tu energía femenina: pasas de ser tu enemiga a ser tu aliada…y esa transformación te ayuda frente a otras mujeres.
Cuando te sientes segura de ti misma, eres empática contigo, te dedicas tiempo y espacio, ejerces tus dones creativos e intuitivos y te relacionas armoniosamente con tu cuerpo; dejarás de ver competencia afuera. Las mujeres que tienen su energía femenina equilibrada no temen dar un elogio, ser agradecidas con otras mujeres, ayudarlas, acompañarlas e impulsar su luz; pues saben que esto también les corresponde a ellas mismas.
Creer que compites es un reflejo de tus propias inseguridades
Si has desatendido tu energía femenina, has olvidado una parte de tu esencia. Especialmente si te has enfocado en la acción, el hacer o alcanzar objetivos y por supuesto, competir; que son características propias de la energía masculina. Y al estar volcada a eso, te sientes vacía e insegura y esto te llevará, sin duda, a que proyectes tus propias inseguridades en las demás personas, especialmente en las mujeres. La energía femenina es inclusiva, abundante, ilimitada, creativa, dadora de vida…por eso la competencia no va con ella.
Estas inseguridades han podido surgir en tu entorno familiar y en la forma en que creciste, así como en la cultura en la que te hayas desarrollado y vivas. Por eso es tan importante que revises tus propias creencias y así, ir más ligera en tu vida.
Las mujeres son iguales a ti
A excepción de tu mamá, abuelas y otras mujeres que estén en una jerarquía superior; las mujeres son iguales a ti. Recuerda que desde la mirada sistémica hablamos de los órdenes del amor y en específico, de la jerarquía. Esto significa que los padres son los grandes y que ese es el lugar natural para ellos. Luego, hay más personas según su lugar en el árbol familiar. Respecto a tus hermanos o hermanas, ellos son un ejemplo de relaciones de igual a igual que influyen en las demás de este tipo, como lo son tus primos, vecinos, amigos, colegas y pareja. En ese orden de ideas, las mujeres en sí son iguales a ti. Por eso es importante que te preguntes: ¿dónde está tu herida frente a tus iguales? ¿cuáles y cómo han sido tus experiencias con las mujeres que han sido tus iguales? ¿tienes alguna herida que continúa abierta frente a alguna amiga, hermana, prima o colega? ¿qué te muestran esos espejos? En muchas ocasiones, compites realmente contigo: con las partes tuyas que ejercen fuerzas de autosabotaje, con tus propias dudas, temores e incoherencias.
Por eso, la próxima vez que sientas que compites con otra mujer: vuelve a ti.
Paola Usma
Recuerda que en tu interior, en tu útero, en tus emociones, en tu fuerza creativa e intuición se encuentran todos los recursos que te ayudan a lograr tus objetivos y que las mujeres que tienes frente a ti, como tus iguales, son otros aspectos de la creación. Puedes estar de acuerdo o no con lo que hacen o dicen, esa es tu opinión. Y también puedes verlas como fuentes de todo lo que existe y que potencia la esencia que también vive en ti: tu energía femenina.