Como terapeuta: 3 cosas que no te diré

Como terapeuta, propongo una videollamada exploratoria para que puedas decidir cuál de mis servicios es el que más te conviene. Hace unos días tuve una de ellas.

Fue una charla muy interesante, donde pude conocerla un poco más. Pero me dejó pensando. Después de haberle explicado mis servicios, me dijo: “y ¿qué me aconsejas?” A lo que yo le respondí: “confío en tu sabiduría interna y en tus decisiones, no soy de dar consejos”.

Y lo que siguió me inspiró para hacerte este episodio, sobre las 3 cosas que no te diré.

terapeuta

Como terapeuta, no doy consejos

Estoy convencida que inicias un proceso de transformación personal e interna para encontrar tus respuestas, desarrollar nuevas estrategias y, lo más importante: alcanzar el bienestar que quieres. Como sabes, Soy terapeuta y trabajo con la Psicogenealogía y las Constelaciones Familiares y además de esto, soy Coach Sistémico e integro la Astrogenealogía en mis sesiones de Coaching. Eso no quiere decir que vaya a darte consejos. En realidad, y esta es una opinión personal, no creo que vayas a terapia para consejos. Cuando decides comenzar un proceso, lo haces porque algo no va bien en tu vida y porque sabes que una mirada externa puede aportar una nueva visión. Para consejos, habla con tus amigas. Aun cuando en el fondo sabes que cada una de ellas te hablará desde su propia forma de ver la vida, según sus valores y principios. Mi misión es acompañarte, respetando el individuo que eres. Tu y yo co-creamos de igual a igual; porque en las sesiones hay oportunidades para tomar conciencia.

Por eso tampoco existe apego en las sesiones. Eres tú quien decide cuál y cuántas tomar.

Tampoco regaño…

Como Consteladora Familiar, mi trabajo se basa en los Órdenes del amor y de la ayuda. Es la idea que te anuncié anteriormente, tenemos procesos entre iguales. Así como dar lo que tengo, por eso ves que hay ciertos temas que no toco. Aún cuando conozco, por ejemplo, sobre las implicaciones de padres e hijos y temas de crianza o de salud,  me enfoco en lo que realmente he experimentado. En resumen: doy lo que tengo en mi interior. 

En otras palabras: a mí no me corresponde regañarte, eso lo hacían tus padres. ¿Cómo podría hablar de órdenes del amor y creer que puedo igualarme a tus padres? Además, suelo trabajar con mujeres adultas, que si bien pueden tener momentos o actos desde la niña o la madre; esa es la versión que modelan y potencian.  

A título personal, prefiero propiciar la reflexión, la toma de conciencia, explicar, dar ejemplos, mostrarte casos, invitarte a moverte de la postura en la que estás…cosas que se alejan de aconsejarte o de regañarte. Esos son roles de padres y de amigos; no de una terapeuta.

…ni juzgo.

Como ser humano e individuo, con luces y sombras, perteneciente a un árbol familiar y parte importante de la comunidad; todo es perfecto. Y una vez más, a mí no me corresponde juzgarte. De hecho, temas como los juicios y la justicia son apreciados por la mirada sistémica como algo por lo poco, particular. Es decir que en la red humana que compone a tu sistema familiar, todo es perfecto tal y como es. Hablar de malos y de buenos es una pérdida de tiempo y de energía. El reto es precisamente salir del juicio y tomar conciencia que aquello que emites seguramente está relacionado con tu propia historia o la de tu familia. Entonces, en sesiones no serás juzgada. 

Serás invitada a ver las situaciones desde una perspectiva observadora, que te permita tomar distancia y así, decidir, transformar, resignificar o cualquier otra opción que quieras. 

Quiero invitarte a recuperar tu poder interno.

En tu interior existen todas las respuestas y los potenciales a desarrollar y revelar. Y digo revelar porque es tal y como el proceso de la fotografía analógica, esa que ya casi no se utiliza; donde en un cuarto oscuro, sin nada de luz, se introduce el negativo en un recipiente y después de varios pasos, puedes obtener las fotografías. Lo importante del proceso inicia en el cuarto oscuro: allí donde las habilidades de quien revela, pueden recuperar el trabajo realizado previamente. Lo mismo sucede contigo: si tienes todo en tu interior y te cuesta revelarlo, apóyate de quien pueda acompañarte, sin apego, respetando tu individualidad, de igual a igual.

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