¿Sabías que llorar hace parte de la sanación?

A menudo se confunde el llorar con la debilidad…pero, ¿y si hacerlo fuera un acto liberador?

He escuchado a muchas mujeres excusarse cuando lloran. Lo he vivido como terapeuta, amiga, conocida y colega.
Parece que llorar fuera un problema y se desconoce el poder sanador y liberador que las lágrimas tienen.
Hoy quiero invitarte a dejarte llorar, así como a reflexionar sobre el drama y la sanación.

llorar

Déjate llorar

Te invito a viajar en tu memoria: ¿eres de esas personas a quienes les dijeron que llorar era de débiles? ¿que hacerlo no soluciona nada? ¿que era mejor limpiarse las lágrimas y seguir? Si es así, déjame decirte que haces parte de un buen porcentaje de la sociedad mundial, a la que le parece que callar las emociones y reprimirlas, es un acto común. Por supuesto, el llanto no es la excepción: se ha convertido en un bicho raro para grandes y chicos. Más allá de encontrar culpables o de perpetuar esta práctica, es momento de normalizar la expresión de las emociones, incluido el acto de llorar.

¿Sabías que cuando expresas tus emociones, una parte de tu Ser se descarga y libera? Si observas esas palabras, significa que hay un peso que sale de ti o que se va. ¿Has tenido esa sensación después de expresarte o de llorar?

Si observas la historia, las sociedades han necesitado ser fuertes para reconstruirse de las situaciones dolorosas. Es por esto que el arte ha llegado como expresión de las emociones, dándole un espacio al drama y logrando así, visibilizar el sentir del ser humano.

Pero hoy, ya no necesitas tantas razones ni excusas. Dejarte llorar es fluir con el agua, símbolo de la vida que emana y circula libremente, desde su esencia y sin justificación.

¿Drama o sanación?

Como dicen por allí: ni muy muy, ni tan tan.

Hay una fina línea entre el llanto, ser sensible y apegarse al drama a través de los duelos abiertos.

Paola Usma

Esto se observa fácilmente a nivel transgeneracional: existen familias que endiosan a sus seres queridos fallecidos, donde el proceso del duelo no se cierra con el paso de los años y recordar al ancestro se convierte en un drama sin fin. Esto puede tener como consecuencia que las generaciones siguientes carguen, de alguna manera, con esos muertos; como forma de traerlos del inconsciente familiar hacia la vida cotidiana, hasta que el duelo se cierre.

Es necesario que tomes consciencia que vivir un duelo por fallecimiento es una situación única y que para cada persona será diferente. Para algunas el duelo se elaborará en un año…y para otras, tomará más tiempo. En todo caso, realizar el cierre de ciclo es primordial. Incluso, podría decirse que es cuestión de salud emocional.

Además, hay otras situaciones que también pueden tomarse como duelos sin cerrar: bancarrotas, separaciones, enfermedades, desapariciones, secuestros…y estas también merecen la importancia y atención dentro de la familia y de la sociedad.

Por supuesto: llorar es importante, hace parte de la sanación, es liberador, te recuerda tu naturaleza humana…pero de allí a aferrarte al llanto perpetuo, ¿te da fuerza? ¿no sería más poderoso honrar a tus ancestros viviendo tu vida en plenitud?

¿Cuándo el llanto es sanación?

Ana* vino a consulta por un tema de soltería. En las sesiones trabajamos sus inseguridades, miedo al amor y, para sorpresa de ella, un viejo duelo que su familia había guardado como secreto: su mamá había tenido una pérdida y esta permaneció oculta hasta que Ana inició el proceso conmigo. Su llanto fue profundo y dijo que sentía que salía de su Alma. Una vez pudo honrar a ese hermano no nacido, tomó consciencia que durante muchos años había vivido entre la nostalgia y la melancolía. Tal vez, era la forma en que su inconsciente le mostraba el intenso dolor que su familia guardaba.

El caso de Ana* es un ejemplo de los duelos transgeneracionales sin cerrar y de cómo llorar es un acto liberador y, en este caso, reparador.

El llanto es sanación cuando:

  • Suelta emociones enquistadas o atrapadas a través del tiempo
  • Tiene el propósito de renovar tu energía física y vital
  • Cumple la función de fluir con el ritmo de la vida y las emociones
  • Cuenta con un principio y un fin. Lo contrario puede ser drama, victimismo o apego
  • Te conecta con tu esencia humana y espiritual

Como parte de tu proceso de transformación expansiva, el llanto es uno de los invitados y acompañantes hasta que logres resignificar tus experiencias de vida. Es un instrumento que te lleva a la metamorfosis tanto a nivel emocional, como mental e incluso, espiritual.

¿Te atreves a vivir tu proceso de transformación expansiva?

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