El bienestar: 5 claves para lograrlo

El bienestar es un estado que se compone de las cosas que necesitas para vivir bien. Es relativo y único para cada ser humano. Podría decirse que se integra gracias al mundo emocional y el físico. Tiene un impacto en todas las áreas de tu vida; de allí la importancia de descubrir cuál es la forma en que tu bienestar se potencia, nutre y mejora día a día.

Hoy quiero presentarte 5 claves para potenciar tu bienestar. No son exclusivas, es decir que tu puedes encontar otras opciones para tu vida. Además, no existe un orden prioritario: pues todas estas opciones son importantes. La idea es que verifiques cuál necesita tu atención y dedicación.

bienestar

El bienestar físico: descanso potenciador

¿Qué sería del cuerpo físico sin el descanso? ¿Te das permiso de descansar o necesitas estar ocupada constantemente? El descanso tiene beneficios físicos, emocionales, mentales y biológicos. Por si lo habías olvidado, recuerda que es importante para tus hormonas y neurotransmisores. También para la claridad mental, la creatividad, la acción consciente y el estado de ánimo.

Explora tu cuerpo respirando profundamente y responde: ¿cómo se siente? ¿tus músculos están contraídos? ¿sabes reconocer cuando tu cuerpo necesita una pausa? ¿cómo te relacionas con el descanso? ¿consideras que es inútil tomar una siesta o estar sin hacer nada?
Si deseas ir más allá, pregúntate (o pregúntale a tu cuerpo): ¿qué necesito actualmente?

El bienestar físico como pilar de vida, implica que tomes responsabilidad por tu energía vital y te concedas aquello que requieres. De nada servirá vivir una vida sin vivacidad.

Silencio: despedirte del ruido mental

¿Sabías que tenemos al rededor de 60.000 pensamientos al día? Si tomas consciencia que un gran porcentaje de ellos son negativos o limitantes, comprenderás la importancia de observarlos, evaluarlos y potenciar el silencio mental. Es decir, tener espacios y momentos en los que puedas experimentar silencio físico, pues te ayudará a tomar consciencia de lo que piensas. Una buena forma de practicarlo es pasando tiempo en silencio.

¿Eres de las personas que dice necesitar el sonido de la música o la televisión? Pasar tiempo en silencio tiene beneficios en tu cuerpo y permite que tomes consciencia de sus procesos físicos, así como de las emociones y, por supuesto, de los pensamientos.

Puedes practicar el mindfulness o la conciencia plena, así como la meditación, el yoga, las caminatas conscientes y en general, cualquier práctica artística. Lo ideal y más provechoso sería tener un hábito que incluya el ser y el hacer; es decir, instantes donde sólo seas tú en silencio y otros, donde realices alguna actividad en silencio.

Pasado: liberarte de cargas obsoletas

Imagina que cargas una mochila con todas las emociones, situaciones sin resolver y duelos no cerrados. ¿Cuánto pesaría tu mochila? ¿Cuáles son esas situaciones y emociones que aún cargas?

El bienestar emocional se centra en el presente y es por esto que vivir en el pasado te aleja de él. Algunas cargas implican que decidas, conscientemente, dejarlas donde corresponde. Otras, te invitarán a autoobservarte e incluso, a realizar sesiones terapéuticas o de mentoría para aprender a relacionarte desde una posición diferente tanto con la emoción como con la situación. La buena noticia es que puedes vivir en el presente, sin apegarte al pasado, sabiendo darle su lugar. Además, también puedes aprender a observarlo como una reseña e ir más allá, tomando el aprendizaje para aplicarlo en el ahora.

Expresión emocional: arte reparador

¿Cuánto has querido expresar y se ha quedado guardado en tu interior? ¿Hay alguna verdad de tu alma que necesite salir?

La expresión emocional le da alas a tu esencia y evita que acumules estados anímicos sin procesar. ¿Te ha ocurrido que has querido decir algo a una persona especial y al guardártelo, eso generó un impacto en su relación?

Este es un proceso que te invito a practicar en dos vías. La primera se centra en ti y para esto, cualquier expresión artística es tu aliada. Llevar un diario, pintar, cantar, hacer jardinería, bailar y en general, lo que más te guste; te ayudará a sintonizar con tu mundo emocional, permitiéndote reparar cualquier sentimiento que disminuya tu bienestar.

La segunda vía consiste en expresar asertiva y conscientemente lo que sientes, especialmente en el encuentro con otro. Para esto, hablar en primera persona, decir cuál y cómo es tu experiencia, unirla a una emoción y enfocarte en que las respuestas vienen de otro ser humano. Frases como: “me hubiera gustado”, “me siento”, “me parece”, “para mí”…se enfocan en ti y permitirán que algo aflore en la otra persona.

Recuerda que ocultar tus emociones harán que se conviertan en una sombra; y esta te acompañará hasta que ya no puedas evitarla.

Autoconocimiento: cuando la medicina vive en tu interior

El autoconocimiento rima con bienestar; pues es gracias a él que puedes encargarte y ocuparte de ese estado abundante de sentirte y estar bien.

Entonces, explora: ¿qué te hace sentir bien? ¿cómo puedes potenciar tu bienestar? ¿qué requieres ahora mismo para mejorar tu bienestar físico, emocional o espiritual? ¿qué quiere tu esencia?

Fortalecer el autoconocimiento es un ejercicio diario que trae múltiples recompensas. Por eso, cuando te priorizas, la consecuencia será saber cómo responder ante cualquier situación, emoción o estado que experimentes. Y al ser una práctica personal, ahora mismo tienes las respuestas de lo que más te ayuda a potenciar tu bienestar.

De allí la importancia de invertir tiempo, espacio, momentos y por supuesto, recursos en el autoconocimiento. En deshojar las capas de la cebolla o de la alcachofa, hasta llegar a la esencia que eres. Pues cuando lo haces, logras ser tu mejor aliada y darle fuerza a tu bienestar.

¿Te atreves a vivir el bienestar que mereces y a transformarte para potenciarlo?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Carrito de compra