Las crisis hacen parte de la vida, nadie está absuelto de ellas.
La diferencia estará en la forma en que la vivas y cómo te animes a sobrellevarla.
En este artículo encontrarás ideas que podrán apoyarte ahora mismo o en futuro.
Recuerda que ver las crisis como oportunidades de crecimiento y desarrollo personal,
te permitirán obtener una nueva mirada frente a lo que sucede.
Hay crisis de crisis…
Existen crisis personales, emocionales, profesionales y otras, llenas de urgencia, como es el caso de una catástrofe. Independientemente de cuál sea el caso, siempre puedes utilizarlas a tu favor. Esto quiere decir, que puedes vivirlas como un puente que te lleva a un nuevo estado; también, que puedes darles un nuevo significado, especialmente si se trata de sentimientos y emociones que viven en el presente y se relacionan con crisis del pasado.
6 ideas para momentos de crisis
Permítete sentir: eres un ser humano.
Atraviesa el dolor, la confusión, el abatimiento físico o moral, la tristeza, la rabia, la frustración. Evita controlar el mundo emocional, pues en determinado momento surgirá a través de tu cuerpo o como una reacción.
Conecta con tu cuerpo y pregúntate constantemente: “¿qué necesito?” En muchas ocasiones, una crisis puede invitarte a bajar la velocidad, descansar más, desconectarte del mundo externo para re encontrarte con el mundo interno. Explora y entrégate lo que requieres, recuerda que eres tu mejor oráculo y que tu corazón tiene una sabiduría que tu cerebro racional ignora.
Ábrete a explorar nuevas miradas, pues generalmente, estás observando desde una sola perspectiva. El ver más allá te permite descubrir nuevos puntos de vista y con ello, re interpretar tu percepción.
Una vez lo hayas sentido todo, pregúntate si hay algo que necesitas soltar. Esto puede ser físico o emocional como, por ejemplo, una expectativa o antiguos objetos. Antes de hacerlo, reflexiona cuál será el beneficio de soltarlo. Si comprendes que te estás liberando de algo o estás liberando a algo o a alguien de tus emociones y expectativas; observa la ganancia que obtendrás.
¿Y si te atreves a resignificar la experiencia? Para esto, pregúntate: ¿qué he aprendido de esta crisis? ¿estoy en un nuevo estado? Si es así, ¿cuál? ¿de qué formas puedo apoyarme en este aprendizaje? ¿qué sé ahora, que antes no sabía? ¿quién soy ahora gracias a ese episodio? ¿de cuáles capas me he despedido? ¿hacia dónde quiero dirigirme basada en esta experiencia?
Durante las crisis, apóyate
Ahora que conoces esas ideas que pueden aportarte luz durante la crisis, también es importante recordarte que:
Más allá de lo que puedas hacer por ti, ser tu constante apoyo es la base del amor propio
Recuerda que la Vida, tus ancestros y lo trascendental o espiritual en que creas, están dispuestos a brindarte el apoyo que necesitas. Siempre habrá una mano dispuesta a ayudarte y, algunas veces, sólo necesitas solicitarlo. Para eso, cultiva la humildad de reconocer que en ciertos momentos, necesitas desahogarte.
Conócete en profundidad, con tus luces y tus sombras, para que puedas saber cómo apoyarte eficazmente.
Rememora instantes, experiencias, personas y emociones que sean tu soporte.
Sintoniza con tu sabiduría interna y la de aquello que te rodea. Estás más acompañada física y emocionalmente, de lo que alcanzas a imaginar. Sé tu propia luz. Y en caso de que lo necesites, pide que te recuerden cómo iluminar tu camino.